¡¡¿¿¿QUÉ???!!

Horror de horrores lo que acabo de leer.

Pero honestamente, no me asombra viniendo de Sergio.

Pobrecitos hombres, guiñapos inanimados sin voluntad ni criterio; que van por la vida inocentes y temerosos de ser caer en las lascivas trampas de díscolas feminas.

Para ellos, lolos/parejas/maridos, debe ser realmente una proeza diaria resistir el acecho y embrujo de las mujeres, que se les "ofrecen" (en palabras de mi distinguido amigo Sergio), los incitan y motivan descaradamente a ser infieles.